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Imaginemos que tenemos la necesidad de utilizar un extintor para sofocar un conato de incendio, ya sea en nuestra casa, oficina o local. Gracias a que disponíamos de un extintor de polvo seco, lo que podría haber sido una desgracia se convierte en una simple anécdota sin mayores consecuencias. Ahora, ya a salvo, te encuentras con una habitación que da miedo, ¿Sabrías cómo limpiar el polvo de un extintor? A continuación te lo explicamos.

Aunque el peligro ya ha pasado, aún nos queda por delante limpiar el polvo residual que el extintor ha esparcido por toda la zona. Lo primero que debemos hacer es barrer y aspirar los restos del químico, empleando una escoba primero y una aspiradora a continuación, para deshacernos de todo el material residual posible. Seguidamente, aplicaremos sobre la superficie una solución de alcohol isopropílico y de agua templada a partes iguales.

Dejaremos reposar durante cinco minutos para proceder a enjuagar con agua y retirar los restos que aún pudieran quedar adheridos.

En el caso de que el polvo seco de nuestro extintor esté compuesto de bicarbonato de sodio o bicarbonato potásico, lo más conveniente es preparar una mezcla de 90% de agua caliente y 2% de vinagre y frotar con ella la superficie. Para tratar el polvo seco a base de fosfato monoamónico, mezcle agua caliente con bicarbonato sódico. En ambos casos, dejé actuar por cinco minutos antes de enjuagar con agua tibia.

Los agentes de polvo seco generalmente son seguros, pero pueden causar problemas respiratorios, daños a los ojos o irritación de la piel. Por ello, tome las precauciones necesarias y siempre utilice mascarillas, gafas de protección y guantes.

Los artículos sensibles y delicados como cuadros, ordenadores y equipo de cocina, requerirán de una limpieza profesional si fueron expuestos a los agentes extintores.

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