Al hilo del devastador incendio en la catedral de Notre Dame, hemos decidido crear este post con los incendios más brutales y recordados de la Historia.
Empezaremos con el fuego que ha arrasado esta emblemática catedral de la capital francesa, y luego daremos un salto atrás para repasar devastadores incendios acontecidos hace siglos.
Incendio en la Catedral de Notre Dame - 2019
La Cathédrale Notre-Dame (o catedral de Nuestra Señora si lo traducimos literalmente del francés) es una catedral católica construida en 1345, sede de la archidiócesis de París. Esta dedicada a María, la madre de Cristo y esta situada en la pequeña isla de la Cité, rodeada por el rio Sena.
Se trata de uno de los edificios más antiguos de cuantos se construyeron de estilo gótico en el país.
Tras la Revolución francesa, allá por la década de 1790, Notre Dame sufrió la expoliación de parte de su imaginería religiosa, que quedó dañada o destruida. En 1845, Eugène Viollet-le-Duc encabezó un proyecto de restauración que se prolongó durante un cuarto de siglo. En 1963 se limpió de hollín la fachada y se recuperó su color original. Entre 1991 y 2000 se realizo una nueva campaña de limpieza y restauración.
En 2019, exactamente a las 16:50 horas del lunes 15 de abril, fue avistado un incendio en la parte de la cubierta de la cabecera, sobre el deambulatorio. Acto seguido, las llamas comenzaron a extenderse por los andamios que se situaban en el exterior del atrio de la catedral (por las obras de restauración de la aguja central de Notre Dame, en curso desde el 2017).
Gracias a dios, en el momento del incendio la catedral ya había cerrado sus puertas a los turistas, y las fuerzas de seguridad francesas establecieron rápidamente un perímetro de seguridad en torno a la misma. Desalojaron viviendas adyacentes y cortaron los puentes que comunicaban la isla de la Cité, donde está el templo, con el resto de la ciudad.
El difícil acceso a la isla fluvial en la que está enclavada la catedral, rodeada por el rio Sena, dificultó la labor de los bomberos, que se vieron desbordados en un primer momento. Una vez organizados, la dotación de 500 bomberos se centró en evitar que el fuego dañara la estructura y provocara el derrumbe de la catedral, en particular de la torre norte, la más afectada.
El portavoz de los bomberos, Gabriel Plus, informó alrededor de las 3.00 horas de la madrugada que el incendio en la catedral de Notre Dame estaba bajo control. «El fuego se ha extinguido, pero seguiremos supervisando las llamas residuales y enfriando algunas partes que siguen muy calientes». Sobre las 9 de la mañana del martes 16 de abril, las autoridades francesas comunicaron oficialmente que el incendio de la catedral de Notre Dame estaba totalmente extinguido.
A su paso, además de rosetones dañados, el fuego dejó dos tercios de la techumbre de la catedral y su célebre aguja (diseñada en el siglo XIX por Viollet-le-Duc), totalmente destruidos. Buena parte de las obras interiores también fueron dañadas, aunque no las reliquias que atesora el templo, entre ellas la corona de espinas de Cristo.
Destrucción del Templo de Salomón en Jerusalén - 586 a.C.
El pueblo de Israel huyó de Egipto después de sufrir la persecución, la semi-esclavitud y el trabajo forzado. Se asentó en Palestina y con un esfuerzo militar durísimo y prolongado llegó a imponerse a filisteos y jebuseos.
El logro supremo del Rey Salomón fue la construcción del Templo magnífico (el Beit haMikdash) en una ciudadela jebusea a la que llamó Yerushalayim (Ciudad de la Paz). Su padre, el Rey David, había querido construir el gran Templo una generación antes, como un lugar de descansar permanente para el Arca de la Alianza que contuvo los diez mandamientos. El sacrificio era el modo predominante de servicio divino en el Templo hasta que fuera destruido por los babilonios aproximadamente cuatrocientos años más tarde. En el año 586 a. C. Nabucodonosor de Babilonia arrasó Israel, saqueó e incendió el Templo y deportó a los habitantes de Jerusalén a Mesopotamia.
Setenta años más tarde, un número de judíos volvieron a Israel - conducido por los profetas Esdras y Nehemihas, y el Segundo Templo fue construido sobre el mismo sitio. Los sacrificios a Dios otra vez fueron reasumidos.
Litografía de Robert Davis, del siglo XIX
El Segundo Templo, sin embargo, encontró el mismo destino que el primero y fue destruido en el año 70 por Tito, hijo del emperador romano Vespasiano. Este destruyó el templo hasta sus cimientos durante una sangrienta represión.
Destrucción de la biblioteca de Alejandría - 48 a.C.
Quien destruyó la biblioteca de Alejandría ha sido desde hace siglos un misterio sin resolver. Y no por falta de sospechosos, si no más bien por exceso de ellos. Alejandría fue fundada en Egipto por Alejandro Magno. Su sucesor como Faraón, Ptolomeo I Sóter, fundó el Museo de Alejandría y la Biblioteca Real de Alejandría en el 283 a.C. El Museo era un lugar santo de las Musas.
El Museo era un lugar de estudio que incluía áreas para conferencias, jardines, un zoo, una biblioteca y lugares santos para cada una de las nueve musas. Se ha estimado que en cierta época la Biblioteca de Alejandría acumuló medio millón de documentos de Asiria, Grecia, Persia, Egipto, India y muchas otras naciones. Más de 100 eruditos vivieron en el Museo a tiempo completo para realizar investigaciones, escribir, sermonear o traducir documentos. La biblioteca era tan grande que tenía otra "sucursal" en el Templo de Serapis.
Grabado de la biblioteca de Alejandría
La primera persona culpada de la destrucción de la biblioteca no fue otro que Julio César. En el 48 a.C., César perseguía a Pompeyo por Egipto, cuando de repente fue interceptado por una flota egipcia en Alejandría. Enormemente excedido en número y en el territorio enemigo, César ordenó atacar con teas incendiarias los barcos de la flota enemiga, reduciéndola a llamas en pocas horas. El fuego se extendió y destruyó parte de la ciudad, pero parece que el área donde la gran Biblioteca se situaba se mantuvo sin muchos daños.
La otra versión de la destrucción de la Biblioteca es más compleja. Teófilo, Patriarca de Alejandría desde el 385 al 412, convirtió en Iglesia cristiana el Templo de Serapis y es probable que muchos documentos fueran destruidos entonces. El Templo de Serapis contenía aproximadamente el diez por ciento de toda la Biblioteca propiedad de Alejandría. Después de su muerte, su sobrino Cirilo heredó el mandato. Un poco después de esto, y tras la ejecución de un monje cristiano, estallaron disturbios en la ciudad. Esta muerte pública se dijo que había sido bajo la influencia de Hypatia, la última Bibliotecaria de Alejandría.
Esto colmó los ánimos de una ciudad en la que convivían cristianos, judíos y paganos. Cuando un grupo de cristianos se echaron a la calle, una muchedumbre, en gran parte judía los ajustició. Después de esto el polvorín explotó y los cristianos tomaron represalias tanto contra los judíos como contra los paganos, una de ellas Hypatia. La historia varía ligeramente dependiendo quien lo cuenta, pero todos concuerdan que fue asesinada a palos en plena calle y arrastrada por las calles. Los cristianos fueron también los culpables de arrasar y quemar la biblioteca en estas revueltas, instigados por Teófilo.
La verdadera tragedia no es la incertidumbre de saber quien destruyó la Biblioteca de Alejandría, sino la perdida de toda ese conocimiento almacenado en ella.
El ultimo capítulo en la destrucción de la Biblioteca de Alejandría lo escribió el Califa musulmán Omar. En el 640 los musulmanes tomaron la ciudad de Alejandría para "aprender de una gran biblioteca que contenía todo el conocimiento del mundo". El general victorioso supuestamente pidió al Califa Omar instrucciones. El Califa dio orden de estudiarlos y si contradecían el Corán (en cuyo caso sería una herejía) o si eran superfluos serian destruidos. Así pues, todos los textos fueron destruidos usándolos como yesca para hoguera, tardando seis meses en hacerlo.
El incendio de Roma - 64
Aunque el infame Nerón, también conocido como el emperador romano que incendio Roma, gobernara esta ciudad durante menos de dos décadas, su reinado atestiguó cambios enormes a la capital del Imperio. Pero vayamos por orden, pues la historia de Nerón y el incendio de Roma da para un par de libros.
Cuando era un niño, él y su madre Agrippina fueron exiliados por su tío, el emperador Gaius Caligula, a las islas diminutas de Pontian. Dos años más tarde, sin embargo, el destierro fue levantado cuando el tío de Agrippina, Claudius, tomó el Imperio. La madre de Nerón pronto convenció a Claudius de casarse con ella y hacer de Nerón su heredero. En el 54, Claudius fue víctima de una conspiración instigada por Agrippina y asesinado con setas venenosas.
Nerón se convirtió en emperador de Roma a la edad de 16 años. Agripina manipuló a su hijo, con el que se dice que mantenía relaciones sexuales, para gobernar Roma. La llegada de Popea Sabina a la corte imperial como pareja de su hijo fue el final de Agripina. Esta no tardó en darse cuenta de que su futura suegra influía negativamente sobre su hijo para satisfacer sus necesidades. Sabiendo que no era bien recibida por ella, Popea convenció a Nerón para que matara a su madre. Después de intentar envenenarla en varias ocasiones, de derrumbar la habitación en la que dormía y de hundir el barco en el que navegaba, Nerón se dejó de tanto postureo y la ejecutó directamente, acusándola de traición.
La ambición de Nerón no tenía fin. Uno de sus proyectos más magníficos consistía en derribar un tercio de Roma para construir una serie de palacios que serían conocidos como La Neropolis. El senado, sin embargo, se opuso ardientemente a esta peregrina idea. Lo que pasó después ha dejado un misterio que aun perdura casi 2.000 años después.
Durante la noche del 19 de julio del año 64, un fuego estalló entre las tiendas que circundaban el Circo Maximus. En una ciudad de dos millones de personas no era insólito ver fuegos. El calor bochornoso de verano provocaban fuegos constantemente, en particular en los barrios bajos que cubrían la mayor parte de la ciudad.
Óleo que retrata el devastador incendio de Roma. El incendio histórico más recordado.
El primer incendió duro seis días y siete noches, y extrañamente, en seguida revivió de nuevo en la propiedad de Tigelino. Este hecho alimentó las sospechas contra el emperador. El incendio se propago por tres días más y a todo esto, Nerón estaba a kilómetros de distancia, en su residencia costera de Antium.
Después de estos 9 fatídicos días, el humo se despejó y 10 de los 14 distritos de Roma estaban en ruinas. El Templo de Júpiter Stator (de 800 años de antigüedad) y el Atrio Vestae (hogar de las Vírgenes de Vestal) eran cenizas y polvo y dos terceras partes de Roma habían sido destruidas.
La historia ha culpado a Nerón del desastre, acusándolo de comenzar el fuego para puentear al Senado y poder reconstruir Roma a su imagen y semejanza. El hecho de que Nerón mirará a Roma quemarse mientras jugaba alegremente con su violín ó que cuadrillas de gamberros impidieran a ciudadanos luchar contra el fuego con amenazas de tortura hicieron coger fuerza a esta idea.
Nerón, echando balones fuera, culpó del fuego a los cristianos, una "secta religiosa" que había sufrido calamidades por parte de este. Los había utilizado para alimentar leones en la arena del Circo o alumbrar sus partidos de jardín con sus cadáveres ardientes.
Lo que sí es innegable es que Roma, como acostumbraba a hacer después de cada catástrofe, resurgió con mas fuerza y vigor. Parafraseando a Augusto: "nuevamente el mármol substituyó al ladrillo".
El gran incendio de Londres - 1666
Los habitantes de Londres que habían logrado sobrevivir a la Gran Plaga de 1665 seguramente pensaron que en los años venideros no podrían ir a peor... y se equivocaron. No podrían haberse imaginado el nuevo desastre que tendría lugar un año después.
El fuego comenzó el 2 de septiembre en la panadería de Thomas Farynor, panadero de Carlos II, en Vereda de Budín cerca de Puente de Londres.
En esa época, los fuegos eran bastante comunes y pronto eran sofocados. Así que cuándo el Lord Mayor de Londres, Sir Thomas Bloodworth fue despertado para ser avisado sobre el fuego, contestó "Pish! una mujer podría apagar las llamas con una meada". Sin embargo, aquel verano había sido muy seco y no había habido ninguna lluvia durante semanas. Sumado a que las casas estaban construidas de madera y yesca seca, provocaron que en apenas cinco días el fuego arrasara Londres.
Óleo expuesto en el Museo de Londres
El fuego se propagó rápidamente por 300 casas y el fuerte viento extendió las llamas más y más lejos. La extinción se tornaba harto difícil con el laberinto de calles y veredas estrechas y tortuosas de Londres. Los esfuerzos por controlar el fuego usando cubos de agua también fracasaron. El principal sistema contra incendios de la ciudad se basaba en una serie de cortafuegos que se realizaban mediante la demolición de las casas cercanas al fuego. Sin embargo, los propietarios se negaron a destruir sus hogares, lo que facilito que se propagarán las llamas. El pánico comenzó a extenderse por la ciudad.
Sólo un quinto de Londres sobrevivió. Prácticamente todos los edificios públicos habían sido destruidos así como 13,000 viviendas particulares, tres puertas de acceso a la ciudad y 87 iglesias. 80.000 personas se quedaron sin hogar.
El caos absoluto reinó. Para el 4 de septiembre la mitad de Londres estaba en llamas. Hasta el mismísimo Rey se unió a los bomberos, pasándoles los cubos del agua en una tentativa de reprimir las llamas. Como última instancia decidieron usar pólvora para explotar las casas que se atravesaban en el camino del fuego, intentando así crear un cortafuegos aún más grande. Pero el sonido de las explosiones hizo que se extendiera el rumor de una invasión francesa.... lo que provoco más pánico aun.
Estos cortafuegos resultaron bastante efectivos y unido a que los fuertes vientos cesaron, se consiguió apagar el devastador incendio.
El número de muertos fue imposible de datar, puesto que muchos no fueron inscritos en el registro de fallecimientos.
Tiempo después dieron a Sir Cristóbal Wren la ardua tarea de reconstruir Londres. Su obra maestra la Catedral de San Pablo fué comenzada en 1675 y completada en 1711. También reconstruyó 52 de las iglesias de Ciudad y su trabajo convirtió Londres en la ciudad que conocemos hoy.
El gran incendio de Chicago - 1871
El gran fuego de Chicago fue uno de los mayores desastre del siglo XIX. Un domingo por la noche el resplandor en un granero rápidamente se extendió y durante aproximadamente 30 horas las llamas rugieron por todo Chicago. A partir de las 9 de tarde del 8 de octubre de 1871, hasta las tempranas horas del domingo 10 de octubre de 1871 Chicago estuvo indefenso contra el enorme fuego.
Se redujeron miles de casas a cenizas, con hoteles, grandes almacenes, periódicos, y oficinas de gobierno reducidos a polvo también. Aproximadamente 120 cuerpos fueron recuperados, pero se estimaba que más de 300 personas murieron. Se cree que muchos cuerpos fueron consumidos por el calor intenso.
En el verano 1871, el más seco de la década, ciudad de Chicago había sufrido una sequía brutal. El calor y la falta de precipitación, sumado a que Chicago estaba mayoritariamente construida con madera pusieron a la ciudad en una posición complicada para poder hacer frente a posibles incendios.
Las regulaciones de construcción y la normativa anti-incendios era totalmente obviada a la hora de construir nuevos edificios. Los grandes distritos de la ciudad almacenaron a inmigrantes pobres en chabolas pobremente construidas, y aún las casas de ciudadanos más prósperos tendieron a ser hechas de madera. Parte del problema era que aquel Chicago había crecido rápidamente y todavía no había sufrido ningún incendio importante. La ciudad de Nueva York, por el contrario, ya había sufrido su propio gran fuego en 1835, y aprendió a hacer cumplir códigos de fuego en edificios.
La causa del incendio siempre fue dudosa. Un rumor local situó a la vaca de la Familia O'Leary como culpable, al volcar una lámpara de queroseno dentro del establo situado en el 137 de Dekoven Street. Años más tarde un reportero admitió haber arreglado aquella historia, pero hasta este día la leyenda de la vaca de O'Leary perduró.
Casualmente la noche anterior al gran incendio otro fuego estalló, pero fue combatido por las empresas de fuego de toda la ciudad. Luego el domingo por la noche, el 8 de octubre de 1871, las alarmas fueron tocadas, y una empresa de fuego que acababa de volver de luchar el fuego de la noche anterior respondió.
Hubo confusión considerable en si enviar a otras empresas de fuego, y se perdió un tiempo valioso. Quizás el fuego en el granero O'Leary podría haber sido contenido si la primera empresa que responde no hubiera estado exhausta de la noche anterior o si otras empresas hubieran sido enviadas a la posición correcta.
Las condiciones eran perfectas para que el fuego se extendiera, y una vez que escapó del granero de O'Leary se aceleró rápidamente. Rescoldos ardientes fueron a parar sobre fábricas de muebles y elevadores de almacenaje de grano. Pronto el resplandor comenzó a consumir todo en su camino.
Las empresas de fuego intentaron contener el fuego, pero cuando la central de abastecimiento de agua fue destruida la batalla se perdió. La única respuesta entonces fue tratar de escapar. Aproximadamente 330,000 personas se echaron a las calles huyendo del fuego, llevando con ellos lo que podían, en una caótica huída.
Miles de personas huyendo del devastador incendio
Al amanecer del lunes, edificios de madera habían simplemente desaparecido en los montones de ceniza y los edificios de ladrillo o piedra eran ruinas carbonizadas. Ese mismo lunes por la tarde comenzó a llover y el martes por la mañana el incendio había sido sofocado.
El daño a la ciudad era casi imposible de explicar. Prácticamente todos los edificios del gobierno fueron reducidos a polvo.
Días después el Ejército de los Estados Unidos tomó el mando de la ciudad, colocándola bajo la ley marcial. Las ciudades del este enviaron ayudas e incluso el Presidente Ulysses S. Grant dono 1.000 dólares de sus fondos personales para ayudar en el desastre.
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